Creo que
Dios aparte de darme un corazón me añadió un reloj. Un reloj que marca no la
velocidad del tiempo, sino la capacidad de disfrutar el instante, el segundo
que si algo lindo pasa rápido y caso contrario pasa muy lento.
Tiempo,
tiempo, tiempo resuena en mi cabeza, tiempo para que? El tiempo que tengo? El
tiempo que perdí, el que me gane, el que me deben y nunca recuperaré?
Tiempo,
tiempo, tiempo cual de todos o ninguno, hacia donde corrí sin disfrutar el
paisaje? El tiempo que borre porque el miedo fue mas fuerte, a que tiempo me
aferro al que genero o al que se agota?
Tiempo,
tiempo el que me negué por cobarde, el que cubrí con valentía… tiempo el que
dibuje, el que di, el que tome prestado y nunca devolví, a cual tiempo me
aferro en tiempo donde todo se vuelve incierto.
Sereno el
tic tac… para que tanta prisa? Si llega lo mismo, se gasta sin permiso y se lo
lleva el viento.
Tiempo,
tiempo, tiempo el que te dí, el que robe, el que gire, el que se fue, el que
negué, el que oculté, el que disfruté, el que paso veloz pero dejo cicatrices
que nunca borraré, tiempo, tiempo que siempre reclamo, el que marca un paso
dado, escaso, sellado… tiempo donde fui feliz, donde sufrí, donde erré y me arrepentí,
tiempo donde volví, donde renací.
Tiempo de
que estas hecho, porque dejas mi corazón y mi mente a fragmentos, donde me
despedazas y me rearmas, donde me silencias y por ratos me agobias, donde me
despiertas y marcas rotundamente que llego la hora… que no hay excusas,
lamentos, zozobra.