Si nos
disipamos en lo insípido, seremos los eternos extraviados.
Si la
gratitud no corre por nuestras venas, nunca dejarán de sangrar las cadenas, las
que nos aprisionan y generan la sensación de vivir siempre a cuestas.
Si no me
siento parte de un mundo, más elevado
que mis simples valores, sentiré una desnudez que siempre me provocará
escozores.
Sino vivo
en sintonía con los demás corazones, el vacío que llevaré por dentro siempre
asomará envuelto en sinsabores.
Sino me
vuelvo sensible ante las coincidencias perfectas, no habré entendido como gira
la rueda sobre la que se mueve la vida.
Sino asumo
mi humanidad más carente, seré un ser aprisionado en conceptos errados e
indiferentes.
Que
importan las letras sino llevan un sentido, que en vano es el tiempo de oír
algo que no viene acompañado de una acción consecuente y comprometida.
No quiero
ser un ser extraviado, quiero ser peregrino hasta el último suspiro, irme con
la paz de no haber vivido en vano.
2 comentarios:
¡Qué lindo escribís!
Nada ni nadie es en vano si asignas un significado en ello. El universo entero es un sin-sentido, pero si le das un por qué y un para qué, todo el universo es en si la respuesta a todos y cada uno de los cuestionamientos que tengas.
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