El Elíseo de Las Musas (lya-alu)

¿A donde vas Lya con tu puñado de poesías?

Mira ven: pon en mi manto tus letras y tu arte y déjalas que jueguen con las mías.

Soñemos… dejémonos llevar. Refugiémonos en una historia y juguemos a las escondidas.

Mi mundo de hadas te invita… Te pongo las alas, brillito en los ojos y nos sumergimos en el universo mágico de las grafías…



Iba de camino a una estancia

a un charco de colores

cuyas tintas y sabores

me llamaban con ternura y elegancia.



Mas si me invitas a tu mundo

y lo adornas con tus gracias

no podré coger yo rumbo

a otro mar, a otra galaxia.



Hace días que soñaba

con jugar a hacer piruetas

ahora vienes con tu sabia

y me conviertes en cometa.



Heme aquí, justa y precisa

revoloteando entre la hierba

acatando tus designios

y esperando en tu mano tierna.



Se me encoge el corazón niña de letras que danzan. Cabriolas de poemas que a tu son bailan .Tu arte se vuelve lluvia con matices de arco iris. Cómplices la luna, el sol y las mariposas libres.

Las puertas se abren, con ella la magia, como golondrinas buscando su primavera… volamos hacia la nada. Inventamos historias vos princesa y yo hada…



Me asomo por el sendero tibio

de esta noche de bonanza incandescente

si mi brillo está en las manos

tu color, Alumine, está en el vientre.



Meto un pie por este río

de albores y madrugadas

ven a mi lado, hada incansable,

que juntas quedaremos extenuadas.



Yo iré piedra por piedra

contando los saltos de oro

tú volaras serena y atenta

pintando mis brazos sonoros.



No conocía las reliquias

de este mar que deja siluetas

solo sabía de tus pócimas

para engendrar flores y huertas.



¿Qué más le quiero pedir a la vida

que este canto con el que me acompañas?

Yo no recordaba la brisa

y ahora mi risa no engaña.


Hada y princesa se esconden en la dulce madrugada de un abrazo. Es la claridad la mensajera, quien junto con las flores en el prado da rienda a sus locuras. Miradlas ahí, una magna y sonrosada, avecilla cuyas alas resuenan al compás de las tonadas; otra libre, sumergida en aquel cuadro de ilusiones. Llevan guardados en sus ojos alegrías, corazones, ingenio y ternura. Hada y princesa, mano a mano encontradas, vuelvo con vuelo sencillas, dando paso a la vida amada.


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