miércoles, 23 de mayo de 2012

Ερατώ...


No fui su musa, ni fui su amor. Sin embargo se llevo grabado en la piel aquello que nunca jamás nadie le dio. No fui su musa, ni fui su amor. Sin embargo mis brazos lo han cobijado mil veces del dolor. Le gustaba tenerme porque nunca quise amarrarlo a mi corazón.
No fui su musa, ni fui su amor… nunca quise posesiones esas que desgastan lo que podría ser perfecto. De quererlo tanto hasta me convertí en su silencio, lo acompañe hasta con el pensamiento… silente… quizás alguna vez escondiendo mi propio dolor.
Marcharé de esta vida sabiendo que le di todo lo que a mi medida le pude dar. Se quedará con el recuerdo del brillo de mis ojos, mis te quieros eternos y mi deseo grabado de en otra vida volver a tenerlo.
No fui su musa, ni fui su amor… tan real y a su vez tan incierto.
Cuando lleguen sus años viejos se que me recordará… y volverá a sentir algo que la misma evocación provoca. No será amargo el sabor al pensarme.
No fui su musa, ni fui su amor siempre seré lo completamente indefinido, que de tan profundo no cabe en el olvido…