sábado, 4 de octubre de 2008

Carta para la vieja querida...


Palabras para mi madre

Te sorprendió mi llegada y quedaste medio asustada.
Se que no me esperabas, pero borraste las lagrimas y me cobijaste en tu panza.
Se que te hice sufrir porque del nido no quería salir.
Hacerme nacer a mi, eso si que fue PARIR.
Criarme no fue tan fácil, en medio de varios hijos, se que luchaste por mi y que te metí en mil enredos.
Nos hemos peleado como dos grandes contrincantes pero eso forma parte del pasado, se que Dios nos ha dado la tregua y todo eso esta olvidado.
Mis mil perdones por todos los gritos y los malos momentos, por las noches de desvelo, por no darte mis disculpas, porque muchas veces me pudo la cobardía.
La vida tiene estas cosas y según lo que leo, yo te he elegido para que seas mi madre, depuramos con los años esas cosas que nos separaban.
Acepte y me aceptaste.
Eso es lo que vale.
Crecí y comprendí muchas cosas que antes no entendía.
Hoy soy inmensamente feliz teniéndote cerca, sintiendo tu presencia y me divierte que juguemos a la guerra.
Me hace feliz la sonrisa que muchas veces te dibujo con algún comentario loco que te roban carcajadas.
Hoy siento que estamos tan unidas como cuando estaba en la panza.
Yo te amo madre mía quiero que lo sepas.
Yo quiero verte feliz, y que estés dichosa de la familia que formaste.
De esta hija loca que criaste y que le diste a la vida.
Mi vieja querida como no escribirte estas palabras en tu día si ya soy una mujer ya no soy una niña.
Mi vieja querida Dios me deje robarte miles de sonrisas, que me deje devolverte tanto de lo mucho que me has dado.
Y permitime madre querida volver a darte las gracias por todo lo que me has dado, por estar siempre tan firme como un soldado, no solo conmigo sino también con mis hermanos.
Con errores y aciertos porque somos humanos, yo no olvido todo lo bueno que me has dejado.
Yo quiero decirte mamá querida que te llevo en el alma.
Y pase lo que pase en la vida eso jamás cambia.


Silvina

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